Desde sus comienzos en las diferentes categorías de la Selección Antioquia, Juan Pablo Ramírez avisaba ser un jugador con talento para el futuro. El tiempo pasó, las medallas, los reconocimientos y el buen juego de este muchacho oriundo de Rionegro hizo que cada vez diera de que hablar. 

Después de ese gran partido que tuvo ante Deportes Tolima, Ramírez se consolidó en la nómina profesional de Atlético Nacional.  Su nombre y apodo del 'indio' era una grata realidad en el multicampeón colombiano. 

Sin embargo, sus lesiones le iban acortando las posibilidades de continuidad en el conjunto 'mixto' de Liga, la expectativa se concentraba al ver que los 'verdolagas' atienden varios torneos y la base del juego vistoso son los jugadores con sus condiciones. 

Tras superar todas sus dolencias físicas y tener una recuperación apenas para encarar la etapa definitiva del torneo, Juan Pablo se puso la '10' y guió a Nacional a una nueva victoria, esta vez fue el Deportivo Pasto en el que se dio el gusto de hacer un gol de antología. 

70 minutos le bastaron a Ramírez para mostrar su calidad y conducir a una nueva victoria 'verde'.

Si bien, Ramírez espera estar en la lista de los 23 jugadores que viajarán al Mundial de Clubes, el volante antioqueño considera la Liga como su puerta a la consagración y el 'cacicazgo verdolaga'. El volante se reincorporó a comienzos de la semana pasada a Nacional luego de dejar una grata impresión con la Selección Colombia sub 20 en el cuadrangular amistoso de Arequipa, Perú. 

Con la expectativa de los 'playoffs' y viviendo una grata realidad, Juan Pablo paso a paso imprime esa virtud del jugador hecho en Nacional, ese que le ha impreso una huella y una impronta al fútbol colombiano. Solo el tiempo dirá si este 'indio' conduce a su tribu a una nueva gloria. 

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Sobre el autor
Juan Camilo Alvarez Serrano
Periodista deportivo del Círculo de Periodistas deportivos de Buenos Aires, Argentina. Colombiano. Amante al buen fútbol. La razón y el trabajo, te llevan al lugar que buscas.