Directivos, cuerpo técnico y jugadores han coincidido en afirmar que este semestre será de adaptación a una nueva idea, de cara a la Copa Libertadores de 2018. Parte de esa adaptación incluye el cambio de módulo y las indicaciones durante el juego. Lillo descartó el 4-2-3-1 de Reinaldo Rueda y propuso un 4-2-2-2. En este esquema, Dayro Moreno pasó de la punta a la banda, Gustavo Torres debutó siendo centrodelantero y Luis Carlos Ruiz fungió como segundo delantero, más retrasado.

En beneficio de Lillo podemos afirmar que la actitud y la entrega nunca faltaron. Eso de "la presión desde el minuto cero" se dejó ver cuando en la primera jugada del partido, habiendo pasado algunos segundos desde el pitazo inicial, Nacional llegó con mucho riesgo sobre el arco de Leandro Castellanos. Un centro desde la derecha terminó en remate de Ruiz que se fue desviado. La misma tónica se vio durante los 30 minutos siguientes. Nacional se apropió de la pelota y, aunque con las dudas normales del primer partido, forzó a que el partido se jugara en el último tercio.

Pasado ese tiempo, Santa Fe entendió la dinámica de juego de espacios de Nacional y se adueñó de la pelota. De ahí hasta el final de la primera parte, Franco Armani vio su pórtico amenazado en varias ocasiones. En una, una pérdida de pelota de Esequiel Palomeque terminó en un flojo disparo de Pajoy. En otra, un pase filtrado dejó mano a mano a Anderson Plata. El achique del nacido en Casilda mandó un gol cantado al tiro de esquina. Nacional empezó a perder profundidad en su juego, lo cual se acentuó con la salida de Macnelly Torres en el entretiempo por un problema de rodilla.

Habían pasado cuatro minutos desde la reanudación del encuentro cuando John Pajoy le ganó la espalda a toda la defensa 'verdolaga' y se preparaba para fusilar al portero. Esequiel Palomeque salió a su caza y lo derribó en el área. Penal indiscutible para Santa Fe. El mismo afectado pateó a la izquierda a media altura, Armani se la jugó abajo a la derecha. El gol del cuadro bogotano fue una patada al pizarrón de Lillo. La desesperación y la impotencia eran evidentes en los rostros del 'verdolaga', que ahora se hacía bastante errático en los pases.

El segundo cambio -tras la entrada de Juan Pablo Nieto- fue la salida del debutante Gustavo Torres para dar paso a Rodin Quiñones. Párrafo aparte merece Torres, que demostró ser polivalente en el ataque. Cuando le tocó ir a la banda a buscar el centro lo hizo con acierto. Así mismo, cuando debió jugársela entre los centrales lo hizo con tino. Sin embargo, fue poco lo que se pudo ver del jugador proveniente del Quindío. El equipo no supo encontrar su mejor forma futbolística y Torres 'se murió de hambre' esperando arriba su oportunidad de anotar, ante la falta de profundidad en el medio.

En cuestión de dos minutos, Nacional pudo haber remontado. Fueron jugadas aisladas que no partieron de la creación de conjunto, pero hicieron parar del asiento al público. En la primera, Jhon Édison Mosquera se proyectó por su banda y tiró un centro rastrero que Dayro Moreno tiró a la tribuna. A renglón seguido, Daniel Bocanegra centró desde la derecha. Dayro estaba bien perfilado y buscaba reivindicarse, pero no contaba con la inoportuna intervención de Luis Carlos Ruiz. El cabezazo del samario terminó más cerca del banderín de córner que del arco, como si de un defensor central se tratara.

El partido solo tuvo una emoción más, cuando Bocanegra en último recurso disparó desde lejos. Castellanos estaba muy afuera y parecía imposible que llegara a atajarla. Sería el travesaño el que le negara el empate a Nacional. La derrota dejó dudas respecto a la conformación del plantel, que ante las lesiones de unos y los bajos rendimientos de otros, parece quedarse corto para buscar alternativas. Sin embargo, desde la actitud y desde la idea de juego -por tramos similar a la de Juan Carlos Osorio-, se pueden esperar buenos resultados después de un lógico periodo de adaptación. Así mismo, dejó el debut en primera división de Andrés Perea. Nacido en 1998, tuvo que entrar ante la lesión de Edwin Valencia.

El siguiente examen de Lillo será en el Atanasio Girardot. El jueves 13 de julio su rival será Atlético Huila en la ida de los octavos de final de la Copa Águila. A las 7:30 pm rodará la pelota en el 'Coloso de la 74', con la esperanza de que Nacional rectifique su andar en casa.

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Sobre el autor
Sebastián Areiza Correa
Estudiante de Comunicación Audiovisual y Multimedial en la UdeA. Lo bonito del fútbol es que cada ocho días da revancha.